El Mundial de México 1970

Hay un fondo de nostalgia en las crônicas que recuerdan el noveno Mundial de Fútbol, el de mejor fútbol de los doce que se han disputado, segun algunos. Los comentaristas ,principaimente los europeos, lo tienen por una ocasión inolvidable, espectacular, cumplida en un clima de fiesta. No hubo alii casi incidentes negativos, en el juego ni fuera de él, y el programa se desarrolló con normalidad. Dieciséis años después, las circunstancias externas al deporte han cambiado y,en consecuencia, tambien las condiciones ambientales de la convocatoria. El mismo organizador, México, va a destacar en 1986 veinte mil policías antidisturbios Y fuerzas especiales antiterroristas a la vigilancia del torneo número trece. Desde los hechos sangrientos de las Olimpiadas de Munich y, fundamentalmente, debido a la nueva ola de violencia en los estadios que viene de Europa, el público impresiona a la autoridad como un animal peligroso,

Hubo en 1970 equipos golesdores y partidos de alto tanteo: elpromedio de goles creció de 2,78 a 2,90 y lo hubiera hecho mäs sin la pobreza realizadora de uno de los cuatro grupos con que otra vez dio comienzo la fase final. Brasil fue campeón, con 20 tantos, y el jugador más efectivo del torneo de 1970, Gerd Müller, ha quedado, con 10. tercero en el palmarés general, detrás de Fontaine (13) y Kocsis (11).

Más de un millón de ocalidades iban a venderse en el estadio Azteca a lo largo del Campeonato; 110.000 aficionados y 1,800 corresponsales de la prensa internacional estaban allí en la inauguración, el domingo 31 de mayo. Cientos de millones de personas verían por televisión los partidos, que por primera vez llegaban en directo a los cinco continentes.

México y la URSS terminaron con empate a cero el encuentro de presentación, el primero bajo el uso arbitral de tarjetas, la roja y la amarilla. Las tarjetas habían de tener inmediatamente adopción universal, aunque en el certamen de su estreno sólo se Ilegaría al empleo de la amarilla, de amonestación, sin que hubiera expulsiones. Y, por fin, la FIFA admitía dos cambios por equipo en el transcurso del juego.

La selección mexicana tenía seis hombres de experiencia mundialista y, naturalmente, el público detrás. Cabeza del grupo 1 y radicada en la capital, era su séptima participación en el torneo y la primera en que iba a llegar a los cuartos de final. México triunfó sobre El Salvador, 4-0, y Bélgica, 1-0. Sin embargo, por mayor suma de goles el primer puesto fue para la URSS, que venció 4-1 a los belgas y 2-0 a los salvadoreños. Con tres derrotas, quedar ía último en el grupo El Salvador, que estaba en el Mundial tras eliminar a Haití y pasar en 1969 con Honduras de la confrontación deportiva a un enfrentamiento armado, en la llamada guerra del fútbol.

Fueron 71 los aspirantes a las 16 plazas de la fase final y la mitad de los equipos participantes en el torneo anterior no pudieron clasificarse. Uruguay había ganado la eliminatoria sobre Chile y Ecuador y le correspondió el grupo 2, en la subsede de Toluca y Puebla. Allí quedó segundo, tras Italia, que era campeona de la Eurocopa de Naciones e iba a ser gran animadora del Mundial de 1970. Pero en la liguilla inicial, Italia sólo obtuvo un gol, por ninguno en contra; permaneció dentro de una fortaleza protectora y luego de vencer 1-0 a Suecia no quiso arriesgarse ante el inofensivo Israel, con el que igualó a cero.

Uruguay debutó en el estadio Cuauhtémoc, de Puebla, a las cuatro de la tarde del martes 2 de junio., Derrotó 2-0 a lsrael, con goles de Maneiro y Mujica y, con tres puntos, iba a pasar a la ronda siguiente, Empató 0-0 con Italia, en el encuentro más desalentador del Campeonato, y aventajó a Suecia en el promedio de goles, pese a haber perdido ante ella y sumar solamente dos tantos a favor. Los dos favoritos, Brasil e Inglaterra, se enfrentaban en el grupo 3, de Guadalajara. AIf Ramsey -que muy pronto se ganó la antipatía del público, por su facilidad para desbarrar de palabra- creía tener una selección aún mejor que la de 1966. Faltaban en ella Cohen, Wilson, Stiles y Hunt, pero los sustitutos eran eficaces. En cuanto a los brasileños -que estaban dirigidos por Zagalo, campeón en 1958 y 1962- tenían a Pelé en gran forma y un equipo renovado, de sobresaliente línea media y un juego de ases en el ataque.

75.000 personas acudieron al estadio Jalisco, el domingo 14,con el ánimo de asistir a un acto de justicia, la revancha de las tropelías de 1966. Los ingleses eran los malos de la película y ya habían sido puntualmente abucheados en su presentación, que saldaron con triunfo, 1-0 sobre Rumania. Brasil llegaba de golear a Checoslovaquia, 4-1, y se esperaba que devolviera las cosas a su sitio, vapuleando a Inglaterra.

Y ganó Brasil, con un gol de Jairzinho magistralmente preparado por Tostao y Pelé, que burlaron la entera defensa británica para despejar el camino del puntero. Inglaterra luchó hasta el final y reaizo un excelente partido, mejor que el anterior y también que el siguiente, en el que tuvo dificultades para derrotar a los checos, 1-0 y de penal. Con cuatro puntos, la selección inglesa segu ía a los cuartos de final; detrás de Brasil, que sumaba seis al vencer 3-2 a Rumania.

Alemania Federal y Perú marcaban goles en el grupo 4, destinado a León, y se ganaban el apoyo de los espectadores. La delegacion alemana -y también la italiana- incluía expertos en relaciones públicas y Helmut Schoen demostró más tacto y mejores maneras que el torpe Alf Ramsey. El equipo peruano estaba entrenado por Didí, el creador del fútbol de la selección bicampeona brasileña, y su juego era vistoso e invariablemente de ataque.

Tanto Alemania Federal como Perú tuvieron problemas en la arrancada. Perú logró tres goles en media hora ante Bulgaria, pero la floja actuación del arquero Rubiños permitió a los rivales anotar dos veces. Y Alemania conseguía en su debut el tanto de la victoria cerca de la finalización del partido, tras haber ido en desventaja de un gol frente al modesto Marruecos hasta ya entrado el segundo tiempo. Luego, Perú iba a batir 3-0 a los marroqu íes y la RFA 5-2 a los búlgaros. Ambos conjuntos se midieron el miércoles 10; Perú comenzó con Baylon, para sustituirlo luego por el joven Sotil, de juego más profundo. Las dos selecciones tenían la clasificación cumplida; pero el ganador, que fue Alemania (3-1) permanecía en León, mientras los peruanos hubieron de desplazarse a Guadalajara, para habérselas allí con Brasil.

Cuatro países latinoamericanos, Brasil, México, Perú y Uruguay, y cuatro europeos, Alemania Federal, Inglaterra, Italia y Unión Soviética, alcanzaban los cuartos de finai. Entre ellos, los cinco campeones del Mundo conocidos hasta el momento. De pronto, a! certamen ¡ba a ganar en calidad, emoción y goles. 17 tantos se marcaron en la segunda ronda; un promedio de 4,25 por partido, y predominio del buen espectáculo.

La Unión Soviética -cuyo técnico era por cuarta vez Katchalinesperó a los uruguayos en el estadio A2teca, del Distrito Federal. No estaba ya Lev Yashin en la selección de la URSS y el arco era cubierto por Kavazashvili, que en sus cuatro compromisos del Mundial de México recibió sólo dos goles.

Nacional había aportado ¡la mayor cantidad de titulares a la alineación de Uruguay, pero el astro del equipo era Pedro Rocha, de Peñarol. Rocha, de potente tiro de media distancia y constructor del ataque uruguayo, llegó al mundial convaleciente de una lesión y con su traspaso decidido al San Pablo, de Brasil, Rocha fue derribado por un defensa israelí, en el primer partido de Uruguay, y no iba a volver a jugar. El director técnico, Juan Eduardo Hohberg, tuvo serios problemas para sustituir a Rocha, que cumplía la doble función de cerebro y goleador. Frente a la URSS, Maneiro, Montero Castillo y Cortés fueron destinados al medio juego; y en la delantera se alineó a Fontes y se terminó improvisando un ariete, Víctor Espárrago, que por talante y aptitud era en realidad centrocampista.

Uruguay planteó una táctica inicial de contención, apoyado en su fuerte defensa, la barrera final Ubiña, Ancheta, Matosas y Muiica, y la invariable seguridad del golero Mazurkiewicz. Cuando la ofensiva de los soviéticos empezó a ceder, los uruguayos adelantaron gradualmente líneas para lanzarse al ataque. Pero también la retaguardia rival resistía y los noventa minutos de juego acababan en empate a cero.

La selección de Uruguay ¡ba a lograr el triunfo en el minuto 27 de la prórroga de media hora. Los soviéticos parecían cansados; Ias delegaciones concurrentes habían llegado al torneo con tiempo para aclimatarse a las condiciones de la altura de México. Pero el calor agobiaba a los jugadores, y principalmente a los europeos. Luis CubiI|a se batía en el fondo del campo soviético contra varios defensas y, con la espalda casi sobre el suelo, le arrebató la pelota a uno de ellos en la misma banda del córner. Levantó centro y Espárrago, superando en el salto a sus custodios, marcó de cabeza el único gol del partido. Uruguay entraba en las semifinales, por primera vez desde 1954 y última hasta ahora.

En tanto, Brasil cortaba en Guadalajara la gran campaña de Perú, imponiéndose 4-2 en un brillante espectáculo de fútbol de ofensiva. Los peruanos, que estaban en México después de eliminar a Argentina y Bolivia en la serie clasificatoria, tenían buena técnica y daban la casi exacta réplica a los brasileños. Ambos equipos hacían jogo bonito. Los clubes europeos iban luego a diezmar la selección de Perú, pagando altas sumas especialmente por Teófilo Cubillas y Hugo Sotil.

Lesionado en la primera ronda y de regreso en la alineación brasileña frente a Perú, Gerson fue gran figura del partido BrasiI-Uruguay y el motor que impulsó a su equipo a ganar la Copa. Internacional amateur en las Olimpíadas de Roma, de 1960, Gerson ocupó seis años después el sitio de Didí en la selección mayor, con el número 8 a la espalda. No tenía la elegancia ni el carisma de su predecesor, pero era igualmente eficaz y poseía un gran talento de organizador.

Gerson de Oliveira Nunes, nacido en 1941, en Nitero¡, formaba hacia 1970 en el Botafogo, tras iniciarse en el Flamengo. Defendía y atacaba con idéntica calidad y fue el mejor centrocampista del Mundial de México. En 1971 pasó al Fluminense, donde iba acumplir el resto de su carrera deportiva.

En el arco uruguayo, Ladislao Mazurkiewicz alcanzaba en el noveno Mundial el pleno reconocimiento de su portentosa capacidad. Corpulento, de reflejos certeros, frío y cerebral, sustituyó a Maidana en 1965, a los veinte años de edad, y ya no pudo nadie disputarle el puesto de golero, en su club, Peñarol, ni en la selección.

Titular del equipo juvenil celeste, Mazurkiewicz era en Racing el complejo de Peñarol, que corhpró sul pase’después de ver que sólo podía vencerlo con una acción desleal, como ocurrió en partido por la segunda rueda del Campeónato Uruguayo de 1964. Debutó en su nuevo equipo en las semifinales de la Copa Libertadores del año siguiente y bloqueó con prestancia todas las tentativas del goleador brasileño Coutinho, convirtiéndose en protagonista del triunfo aurinegro sobre el Santos.

Mazurkiewicz –que siempre sostuvo con firmeza su responsabilidad profesional, aún en el desorden de la selección uruguaya del Mundial de Alemaniaganó en 1966 con Peñarol la Libertadores y la Copa Intercontinental; fue tres veces campeón uruguayo y se incorporó en 1972 al Atlético Mineiro, de Brasil. Iba a cerrar su ciclo en el fútbol con una segunda etapa en Peñarol, al que volvió después de jugar también en el Granada, de la Liga española.

Italia tuvo frente a México su primer gol en contra del torneo, pero conducida por Gianni Rivera se impuso claramente, 4-1. En León, Alemania Federal e Inglaterra presentaban once de los jugadores finalistas de 1966. Había miles de hinchas alemanes en las tribunas y el público mexicano deseaba, desde luego, la derrota de los ingleses. En el minuto 49 la selección de Ramsey ganaba 2-0 y pare= cía encaminada a la victoria. Pero Beckenbauer descontó a los 70 y Uwe Seeler empataba de cabeza a ocho del final. Ya en el alargue, Múller fue habilitado por Grabowski y batió por tercera vez a Bone= tti, el relevo de Banks.

Los ingleses atribuyeron el resultado al calor y la baja por enfermedad de Banks, su golero titular. Inglaterra tuvo en 1970 mala prensa y sospechó que la intoxicación de Banks era efecto de la ¡ntencionada manipulación de los alimentos destinados al equipo. Previamente, su capitán, Bobby Moore, había sido complicado en un asunto menor de página policial. Moore arribó a México días después de sus compañeros, pues en Colombia -donde los ingleses jugaron partidos de adaptación a la altura- la policía lo retuvo en la investigación de un robo de joyas. Moore no tuvo cargos en su contra, pero el incidente sirvió a la ya resuelta impopularidad de la selección británica.

Tres bicampeones, Brasil, Italia y Uruguay, más Alemania Federal, ganadora del Mundial de 1954, daban los equipos semifinalistas. Perseguida durante cuarenta años, la Copa Rimet podía caer; en pocos días, en efecto, la FIFA »iba a ceder su propiedad.

El partido de Guadalajara era el primero en que se enfrentaban Brasil y Uruguay por un Mundial, después de la victoria celeste del Maracaná. La delegación uruguaya presentó protesta a los organizadores, pues se le obligó a trasladarse, contrariando la programación, a Ia subsede en que estaban radicados los brasileños.

Con gran trabajo iba a vencer Brasil. Perdía 1-0 y se benefició de la decisión del árbitro español, Ortiz de Mendivil, de agregar tiempo descontado a la primera etapa. Así, Clodoaldo anotó en el minuto 49 y el equipo brasileño pudo llegar al descanso con la tranquilidad del empate.

Comentaristas europeos han observado que todavía en 1970 eran los uruguayos quienes más profundamente conocían el juego de Brasil y los que mejor lo enfrentaban. Lo cierto fue que la defensa uruguaya -Ia más fuerte del torneo, según los periodistas, junto a Ia italiana absorbía los ataques y no estaba decidido el control del medio campo. A los 18 minutos, Morales cortó un pase en terreno brasileño y cedió a Luis Cubilla, que abrió el marcador.

Brasil obtuvo por fin el mando del partido en la segunda etapa y logró el 2-1 a los 70 por medio de Jairzinho. Los uruguayos respondieron volcándose a la ofensiva y apremiando a Ia irregular defensa brasileña. Un disparo de gol de Cubilla fue desviado en estupenda intervención por el arquero Félix. Rivelino anotó el 34 para Brasil cuando sólo quedaban segundos de juego.

Cinco goles se convertían la misma tarde en los treinta minutos de prórroga del Italia-Alemania. Los noventa reglamentarios habían terminado 1-1, tras adelantar Boninsegna a los italianos e igualar SChnellinger en el segundo tiempo. Entonces, Rivera sustituyó en Italia a Mazzola y rompió el equilibrio a favor de su equipo. Rivera ¡ba a convertir el tanto de la victoria italiana, poniendo fin a un rápido intercambio de goles que llevó el marcador a cifras altas, 4-3.

Alemania Federal ganaría el tercer puesto, el día 20, frente a un conjunto uruguayo que jugó casi todo el partido al ataque, dado que poco era lo que podía defenderse. 80.000 personas estuvieron en las tribunas del estadio Azteca, diez mill más que en Wembley para el PortugaI-URSS de 1966. Faltaba Beckenbauer en Ia RFA y en Uruguay -que allí tuvo un excelente desempeño, superior a todo lo que había mostrado en el MundialSandoval y Espárrago suplantaron a mitad del encuentro a Maneiro y Fontes, respectivamente. Overath, el mejor jugador de la cancha, anotó para los alemanes y, aunque la selección uruguaya dispuso de oportunidades de empatar, y aún de ganar, el resultado no cambió.

Frente a 110.000 espectadores y también en el Azteca, brasileños e italianos salieron un día después a resolver la propiedad de la Copa Jules Rimet. Pelé anotó de cabeza a los 18 minutos y Bonínsegna igualó a los 37. Brasil desarrollaba un fútbol abierto y el marcador Carlos Alberto se unía al ataque por los huecos que dejaba a su paso Jairzínho. El cielo de ciudad México estaba nublado y la temperatura era agradable. Brasil, que en todos sus compromisos había levantado su juego en la segunda etapa, comenzó a desprenderse después del intervalo de la pegajosa marcación italiana, que lo había frenado en la primera parte.

Puedes leer aquí: Como era el balón de la Copa del Mundo de 1970.

Fundamentalmente, se vio a Gerson en libertad de movimiento. El centro campista brasileño puso a los 65 minutos el 2-1. con un imparable disparo desde el borde del área y, cinco minutos después, sirvió el tercer tanto a Jairzinho. Italia dio entrada a Gianni Rivera, con la esperanza de que, como en la semifinal, Ie devolviera la ocasión de ven’cer. Sin embargo, el milagro no se produjo. Brasil mantuvo su supremacía y a cuatro minutos del final, Carlos Alberto culminaba la excelente exhibición de fútbol de su equipo con otro gol, el cuarto. La Copa era de Brasil.

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Resultados del Mundial Inglaterra 1966

GRUPO 1

Inglaterra-Uruguay 0-0 (0-0)
Francia-México 1-1 (0-0)
Urugu ay-Francia 2-1 (2-1)
México-Inglaterra 0-2 (0-1)
México-Uruguay 0-0 (0-0)
Francia-Inglaterra 0-2 (0-1)

EquiposJGEPPts.
1Inglaterra32105
2Uruguay31204
3México30212
4Francia30121

GRUPO 2

Alemania-Suiza 5-0 (3-0)
España-Argentina 1-2 (0-0)
Suiza-España 1-2 (0-0)
Argentina-Alemania 0-0 (0-0)
Argentina-Suiza 2-0 (0-0)
España-Alemania 1-2 (1-1)

EquiposJGEPPts.
1Alemania32105
2Argentina32105
3España31022
4Suiza30030

GRUPO 3

Bulgaria-Brasil 3-0 (2-0)
Hungría-Portugal 1-3 (0-1)
Brasil-Hungría 1-3 (1-1)
Portugal-Bulgaria 3-0 (2-0)
Portugal-Brasil 3-1 (2-0)
Hungría-Bulgaria 3-1 (2-1)

EquiposJGEPPts.
1Portugal33006
2Hungría32014
3Brasil31022
4Bulgaria30030

GRUPO 4

URSS-Corea 3-0 (2-0)
Chile-Italia 0-2 (0-1)
Corea-Chile 1-1 (0-1)
Italia-URSss 0-1 (0-0)
Corea N.-Italia 1-0 (1-0)
Chile- RSS 1-2 (1-1)

EquiposJGEPPts.
1URSS33006
2Corea31113
3Italia31022
4Chile30121

CUARTOS DE FINAL

Inglaterra: 1
Argentina: 0

Alemania: 4
Uruguay: 0

Portugal: 5
Corea: 3

URSS: 2
Hungria: 1

SEMIFINALES

Inglaterra: 2
Portugal: 1

Alemania: 2
URSS: 1

TERCER PUESTO

Portugal: 2
URSS: 1

FINAL (Estadio de Wembley, Londres)

Inglaterra: Banks, Cohen, J. Charl ton, Moore, Wilson, Stiles, B. Charlton, Peters, Ball, Hurst, Hunt.

Alemania: Tilkowski, Hotteges, Schultz, Weber, Schnellinger, Beckenbauer, Haller, Overath, Seeler, Held, Emmerich.

Inglaterra: 4 (Hurst 3, Peters 1)
Alemania 2 (Haller, Weber). Prórroga.

Arbitro: Dienst (Suiza)

CAMPEÓN INGLATERRA

El Equipo Ideal del Mundial Inglaterra 1966

Los periodistas deportivos en la Copa del Mundo Inglaterra 1966, realizaron la votación para formar la selección ideal del torneo, todos aquellos jugadores que se destacaban en cada una de las 11 posiciones dentro del campo de juego.

La formación ideal de 1966 fue la siguiente:

  • Banks (inglaterra)
  • Cohen (Inglaterra)
  • Schnellinger (Alemania)
  • Moore (lnglaterra)
  • Voronin (URSS)
  • Beckenbauer (Alemania),
  • Albert (Hungria)
  • Bobby Charlton (Inglaterra)
  • Haller (Alemania)
  • Eusebio (Portugal)
  • Simoes (Portugai)

Puedes leer aquí: Como fue el Mundial de Inglaterra 1966.

El Mundial de Inglaterra 1966

La selección inglesa iba a ganar la Copa de 1966 con manifiesta Condescendencia arbitral y un episodio oscuro en los cuartos de final, que sugirió a muchos el designio de eliminar de modo espurio a Argentina y Uruguay.

Inglaterra, a la que se deben la mayor ía de los deportes modernos, y el fütbol en particular, renunció como organizador del torneo a su proverbial juego limpio, tal vez hastiada de perder. Hubo en Londres grandes selecciones y excelentes parti dos; pero se alcanzaba el apogeo de los sistemas defensivos y los goles eran administrados corrientemente con mucha economía. Goles y partidos fueron los mismos que en Chile, 89 y 32. Aumentaron, en cambio, las cifras de publico, 1.475.043 personas para todo el Campeonato; medio millon más que en 1962.

Apoyada por la televisión, que llevada la retransmisión a media humanidad -aunque aún en diferido para muchos receptores extra-europeos- la publicidad creció con fuerza en el 8o. Mundial. La mascota del torneo-que apareció por primera vez, para permanecer se convirtió en mercancía de consumo masivo; y, semanas antes de la inauguración, un perro resultó personaje central de las crónicas preliminares, al hallar dentro de un recipiente de basura la Copa Rimet, que presuntamente alguien había robado.

En Wembley, con presencia de la familia real, ingleses y uruguayos dieron comienzo el 11 de julio al certamen. Los organizadores se fiaban de Alf Ramsey, director técnico de la selección local, quien repetía que el título iba a ser para Inglaterra. Asi, se eligió para empezar a Uruguay, un país que aportaba su al to linaje mundialista al tono exacto del ceremonial, aunque sin opción a estropearle la fiesta al anfitrión.

Uruguay realizó una cober tura sin brechas y sacó un empate a cero gol; entonces, crecieron las apuestas a su favor en las ventanillas de los book-makers. El fútbol uruguayo estaba en un buen momento. En 1966, Peñarol lograba sobre el Real Madrid su segunda Copa Intercontinental; había ganado Ia Libertadores en final memorable con River Plate, al que derrotó 4-2 tras ir en desventaja de dos tantos.

La selección uruguaya, con dirección de Ondino Viera, Ilegaba a Londres después de eliminar a Perú y Venezuela en su serie zonal Frente a Francia, en su segundo compromiso del grupo 1, recibió casi al comienzo un gol; pero ya consegu ia antes del descanso el definitivo 2-1 a su favor, con tantos de Rocha y Cortés. El técnico, Viera, quiso asegurar la clasificación en el tercer partido, ya punto es tuvo de perderla. Planteó un esquema rígidamente conservador y solo la estupenda gestión de Ladislao Mazurkiewicz, uno de los mejores arqueros del Mundi al, impidió que México se adjudicara el partido. 00 y, con cuatro puntos, Uruguay quedaba segundo, a uno de los ingleses.

Otro gran guardameta, Antonio Carbajal, cumplía en Londres su quinta y última intervención en los Mundiales. Carbajal sabía que no iba a estar cuatro años después con la selección mexicana, en el campeonato previsto en su país. Sustituyó a Calderón ante los uruguayos_y fue ovacionado al abandonar el césped de Wembley. Alemania Federal y Argentina eran candidatas a ganar en el grupo 2, resuelto en Sheffield y Birmingham, e hicieron bueno el pronóstico. Igualaron su partido a cero, y Alemania, con 5-0 sobre Suiza y 2-1 ante los españoles, tuvo el mejor goal-average, quedándose con el primer puesto. Los argentinos derrotaron a España, 2-1, con dos tantos de Artime, y 2-0 a los suizos con goles de Artime y Onega.

Dos formidables rivales, Portugal y Hungría, tuvo el campeón del Mundo en el grupo 3, y ambos fueron demasiado para él. El equipo de Brasil partía como favorito del Mundial, aunque los apostadores no habían considerado sin duda su edad. Con su invariable apego sentimental a sus grandes cracks, el pueblo brasileño no aceptaba otra selección que la de los dos torneos preceden tes. Y el técnico, que era todavía Vicente Feola, no quiso discutir el deseo de la mayoria.

Brasil obtuvo un inexpresivo 2-0 sobre Bulgaria, que hizo un durisimo marcaje a Pelé, autor del primer gol; Garrincha anotó el segundo, pero era ya su propia sombra y nunca volvería a brillar.

Por fin, Hungría puso en evidencia la declinación de Brasil. Con juego verticalizado y de buena factura, conducidos por Albert, un sobresaliente mediocampista, los húngaros rompieron 3-1, en Goodison Park, la imbatibilidad que la selección brasileña conservaba en los mundiales desde la serie preliminar de 19558.

Contusionado por los bulgaros, Pelé faltó a la derrota ante Hungria; pero Feola lo devolvió a la alineación, al tiempo que efectuaba nueve cambios para jugarse la clasificación frente a Portugal. Sólo tres titulares, Gerson, Jairzinho y Tostao -además de Pelé, siempre por encima de reveses circunstanciales- iban a superar la decepción brasileña de 1966. Zagalo, Didí y Nilton Santos, ya retirados de la actividad, se ahorraban el mal trance; pero viejas glorias como Gilmar, Djalma Santos, Bellini y Garrincha, hubieron de cargar con el fracaso y terminaron oscuramente su trayectoria mundialista.

Portugal, vencedor de Hungría, 3-1, y de Bulgaria, 3-0, se impuso con claridad a Brasil, 3-1, y de inmediato la prensa internacional proclamó a Eusebio, autor de dos goles y dueño del partido, como el heredero del vencido Pelé.

Corea del Norte era en el grupo 4 la revelación del Mundial. Los inexperientes coreanos eran elásticos y veloces, pero nadie esperaba de eltos más que honradas derrotas. Cayeron, en efecto, 3-0 ante la URSS; aunque lograban a continuación el empate a un gol con Chile. Con el propósito de salir de regreso esa misma tarde para su pais, liquidaron la cuenta del hotel en que se alojaban antes de enfrentarse a ltalia en su último partido, en el que ni ellos mismos se concedían ninguna oportunidad.

Pero el 20 de julio, en Aysome Park, el volante Pak Do!k marcó cuando terminaba el primer tiempo y el resultado, 1-0, persistióhasta el final. Para los hinchas italianos, fue un vergonzoso deshonor, y dieron la espalda al fútbol nacional durante la temporada. En cuanto a los norcoreanos, hubieron de pasar la noche en las habitaciones de un convento ya que no quedaba sitio para ellos en los abarrotados hoteles de la ciudad.

Corea intentó otra sorpresa en Goodison Park, el 23 de julio, adelantándose sobre Portugal en encuentro de cuartos de final. Los portugueses tenian a los 24 minu tos tres goles en contra y la suerte aparen temente echada. Los coreanos, que desconocían las tácticas defensivas, siguieron al ataque y dieron así oportunidad a la reacción del contrario. Eusebio anotó dos veces en los veinte minutos que restaban y otras dos en el segundo tiempo. Con un último gol, de Coluna, Portugal ganó 5.3 y obtuvo plaza en las semifinales.

La URSS batió 2-1 a Hungría en un espectáculo violento. El equipo soviëtico fue el más penalizado por los árbi tros, con 66 sanciones, en ese torneo excedido de interrupciones del juego. Y Hungría, su oponente en cuartos de final, fue el segundo, con 48 infracciones en total. Los soviéticos eran más resis tentes y fuertes que los hungaros, y el más duro se llevó el triunfo.

En tanto, el escándalo explotaba simul táneamente en Wembley y Hillsborough, ,el 23 de julio. Si argentinos y uruguayos objetaron con antelación el indebido cruzamiento de jueces, la observación no trascendió. Lo cierto fue que un árbitro inglés, Finney, resuitó designado para el encuentro Uruguay-Alemania, y un alemán, Kreitlein para Argentina-Inglaterra.

Los hechos iban a terminar en suspensión de relaciones deportivas y en la desconfianza de toda América Latina hacia los dirigentes europeos de la FIFA. Ocho años después, el inglés Stanley Rous pagaria la cuenta pendiente con la presidencia de la Federación. El recuerdo de las irregularidades del Mundial de Londres y de la responsabilidad en ellas de Rous, entonces también presidente de la Comisión de Arbitros, iban a estar en cada voto latinoamericano a Joáo Havelange.

Uruguay, que mantenía a Mazurkiewicz, Troche, Ubiñas, Manicera y Caetano en la defensa, presentó una línea de cuatro volantes, Saiva, Cortés, Gonçalves y Rocha, y sólo dos delanteros netos, Silva y Domingo Pérez. Pero el equipo se lanzó al ataque desde el principio, en radical abandono del fütbol cauteloso de sus primeros partidos.

Held puso en ganancia a Alemania en un contragolpe, pero Uruguay conseguia el dominio del encuentro. Un potente tiro de Cortés dio contra un poste, cuando el arquero Tilkowski nada podia hacer, Y llevada por la televisión, iba a dar la vuelta al mundo la imagen del alemán Schnellinger desviando un remate de Silva con la mano asomada detrás de su cabeza, Fue ia primera advertencia de que mister Finney, que no sancionó el penal, no era imparcial.

Por fin, Troche, que no habia tenido fallos en el Campeonato, golpeó a Emmerich y fue ex pulsado. Paradójicamente, el mismo Troche iba más tarde a continuar su carrera en el fütbol alemán. Haller entendió que el juez estaba predipues to contra los uruguayos y se dejó caer al paso de Hector Silva, simulando una agresión. Uruguay quedó con nueve hombres y acabó con cuatro goles en contra un partido que en condiciones norrmales no debió perder.

No menos evidencias dejaba Kreitlein de su intencionado arbitraje del Argentina-inglaterra. Los ingleses -que habian sumado cinco puntos en el grupo 1, tras empatar con Uruguay y derrotara Francia y México, con iguai marcador, 2-0- prescindieron en los cuartos de final de Greaves, su astro, de apático rendimiento, suplantándolo por Hurst. Man tuvieron, en cambio, a Nobby Stiles, el jugador más violento del Mundial, de impune comportamiento agresivo frente a uruguayos y franceses.

Argentina tenía el antecedente de su victoria en la Copa de las Naciones de 1964 sobre Brasil, Inglaterra y Por tugal, y una selección de gran ca tegor ia. Frente a los ingleses se alinearon Roma (Bocal, Ferreiro Independiente), Perfumo (Racingi, Marzolini (Boca), A brecht (San Lorenzo), Rattin (Boca), González (Boca), Solari (River), Artime (River), Onega (River) y Más (River).

El ataque inglés era frenado por una muralla defensiva compacta y el partido se complicó rápidamente con intervenciones desleaes de los dos bandos. El árbitro amones taba sólo a los argentinos y Rattin protestó. Rattin, el capitán albiceleste, hasta hoy repite que nada dijo para merecer la expulsión. En todo caso, el alemán Kreitlein no entendia el castellano y no pudo razonablemente sentirse insultado. Pero le ordenda Rattin que se marchara.

El caos sucesivo fue totaf. Los argentinos amenazaron retirar su equipo y funcionarios de la FIFA entraron a la cancha para persuadir al enojado Rattin de que la abandonara con ellos. Reanudado el partido, Hurst derribó malamente a un rival; Argentina reclamó contra el infractor, pero Kreitiein no hizo caso. Fue el mismo Hurst quien marcó el único gol con que los ingleses ganaron el partido. Argentina aguantó el 0-0 hasta el minuto 78, y no aceptó el goil en contra, que habia sido convertido con legalidad dudosa.

Alf Ramsey, seleccionador inglés, iba a poner inmediatamente las cosas peor. Llamó animales a los argentinos, y la prensa de Buenos Aires replicó comparando a los organizadores del Mundial de Londres con Morgan, Drake y demás piratas del pasado imperial británico. Mientras, la FIFA convalidaba los dos partidos; su actitud fortaleció el recelo de los latinoamericanos, que se creyeron en presencia de un amplio frente europeo de complicidades.

Alemania Federal estaba dirigida por Helmut Schoen, que iba a llevarla ocho años después a ganar su segunda Copa. La RFA se impuso en semifinales 2-1 sobre la URSS, en una demos tración de buen juego de Franz Beckenbauer, que controló claramente su sector y marcó un got. En Wembley, el excelente fútbol de Portugal se debilita ba ante Inglaterra, que pasó a la final con dos tantos de Bobby Charlton contra umo de Eusebio.

El británico Charlton y el mozambiqueñio Eusebio fueron las figuras de ese Mundial. Bobby Charlton era sobreviviente del accidente aéreo de Munich, donde en 1957 murieron casi todos sus Compañeros del Manchester United. En 1966, a los treinta años de edad, alcanzaba la cumbre de su carrera y obtenía, además del titulo Mundial, el Balón de Oro como mejor jugador de Europa.

El rubio y zurdo Charlton era el cerebro de la selección inglesa; él se encargaba del fútbol, y Stiles, Hurst y otros, del trabajo sucio. Charlton jugaba con el 8, el 9 o el 10 a la espalda, aungue siempre de organizador, e incluso, de goleador. Era temible con su disparo de media distancia y marcó 49, tantos en el equipo nacional, entre 1958 y 1970, Fue campeón de Europa de clubes con Manchester United, en 1968; de la Liga inglesa en 1964-65 y 1966-67, y de Copa en 1963, logrando t198 goles hasta su retiro, en 1973.

Eusebio da Silva, la Pantera Negra, el mejor jugador del torneo de 1966 por votación de los periodistas, fue también allí el máximo anotador, con nueve goles; un logro de su calidad, sin duda, pero tambien de su resistencia física a los golpes, abundan tes en Londres. Eusebio era rápido y elástico; displicente a veces, iniciaba los ataques con súbitos cambios de ritmo con. los que arrastraba a los defensas. Nacido en 1941 en Mozambique, formó en un Benfica nutrido de estrellas por las colonias portuguesas, que se impuso en 1962 al Real Madrid en la final de la Copa de Europa; casi el mismo equipo que cuatro años después daba la base y la entera linea de ataque de la selección nacional.

Eusebio dominaba las dos piernas y era jugador carismático, de fuerte personalidad en los partidos. Ganó trece veces con el Benfica la Liga de Portugal y cinco la Copa; obtuvo el Balón de Oro en 1965 y su declive señaló la paralela desaparición de su club del escenario europeo, del que había sido protagonista todo un decento. Eusebio -que, como otros famosos veteranos, iba a tener una prorroga a su carrera en el fútbol norteamericano- remato su participación en el Mundial de 196ő con un gol a los soviéticos. 70.000 personas, asistencia muy considerable tratăndose de la disputa del tercer puesto, dieron prueba en Wembley de la fuerte atracción del equipo portugués, que alí venció 2-1 a la URSS.

El seleccionador Ramsey iba a entregar a los aficionados ingleses la victoria en el principal certamen internacional, un fruto del que desde las Olimpíadas de 1912 en la isla no se comía; y. por eso, la Reina lo hizo sir. La final Inglaterra – Alemania se jugó el 30 de julio y convocó 95.000 personas en Wembley, con 200.000 Iibras en boleterias, Allí, la supuesta connivencia anglogermana obviamente se rompió, aunque también en beneficio del local.

Haller puso en ventaja a la República Federal y ocho minuto después Hurst empataba de cabeza. El juego resultaba equilibrado, Y especialmente, duro; ambas selecciones eran de similar vigor físico y el impacto de los choques se escuchaba en las tribunas. Peters marcó en el minuto 78 el segundo tanto para Inglaterra, y los alemanes restablecieron la igualada por medio de Weber en el 88, forzando el alargue.

Entonces intervinieron el árbitro suizo Dienst y el línea soviético Bakramov. Entre ambos resolvieron que era válido un tanto de Hurst, el tercero de los ingleses. E! disparo había dado en el travesaño y caido sobre la línea de gol. La imagen detenida de la televisión iba a enseñar luego que no era posible la seguridad con que el juez de línea había respondido de modo afirmativo a la consulta de Dienst.

Y una vez más Hurst, que estaba llamado a marcar goles discutidos, convertía casi sobre el final. Estaban en la cancha algunos espectadores y los policías que intentaban sacarlos de allí, y reglamentariamente debía pararse el juego. Pero el suizo Dienst concedió el 4-2. Inglaterra ganaba el Campeonato.

Resultados del Mundial Chile 1962

RESULTADOS DE LA FASE FINAL

GRUPO 1

Uruguay-Colombia 2-1 (0-1)
URSS-Yugoslavia 2-0 (0-0)
Uruguay-Yugoslavia 1-3 (1-2)
Colombia-URSS 4-4 (1-3)
Yugoslavia-Colombia 5-0 (2-0)
URSS-Uruguay 2-1 (1-0)

EquiposJGEPPts
1URSS32105
2Yugoslavia32014
3Uruguay31022
4Colombia30121

GRUPO 2

Chile-Suiza 3-1 (1-1)
Alemania-Italia 0-0 (0-0)
Chile-Italia 2-0 (0-0)
Alemania-Suiza 2-1 (1-0)
Alemania-Chile 2-1 (1-0)
Italia-Suiza 3-0 (1-0)

EquiposJGEPPts
1Alemania32105
2Chile32014
3Italia31113
4Suiza30030

GRUPO 3

Brasil-México 2-0 (0-0)
España-Checoslov. 0-1 (0-0)
Brasil-Checoslov. 0-0 (0-0)
México-España 0-1 (0-0)
Brasil-España 2-1 (0-1)
Checoslov-México 1-3 (1-2)

EquiposJGEPPts
1Brasil32105
2Checoslovaquia31113
3México31022
4España31022

GRUPO 4

Argentina-Bulgaria 1-0 (1-0)
Hungría-Inglaterra 2-1 (1-0)
Argentina-Inglaterra 1-3 (0-2)
Bulgaria-Hungría 1-6 (0-4)
Hungrla-Argentina 0-0 (0-0)
Inglaterra-Bulgaria 0-0 (0-0)

EquiposJGEPPts.
1Hungría32105
2Inglaterra31113
3Argentina31113
4Bulgaria30121

CUARTOS DE FINAL

Chile: 2
URSS: 1

Yugoslavia: 1
Alemania: 0

Brasil: 3
Inglaterra: 1

Checoslovaquia; 1
Hungría: 0

SEMIFINALES

Brasil: 4
Chile: 2

Checoslovaquia: 3
Yugoslavia: 1

TERCER PUESTO

Chile: 1
Yugoslavia: 0

FINAL (17 de junio en Santiago)

Brasil: Gilmar, Djalma Santos, Mauro, Nilton Santos, Zito, Zozimo, Garrincha, Didi, Vavá, Amarildo y Zagalo.

Checoslovaquia: Schroif, Tichy, Popluhar, Novak, Pluskal, Masopust, Pospichal, Scherer, Kvasnak, Kadraba, Jelinek.

Brasil: 3 (Amarildo, Zito, Vavá)
Checostlovaquia: 1 (Masopust)

Arbitro: Latychev (URSS)

CAMPEÓN BRASIL

Puedes leer aquí: Como fue el mundial de Chile 1962.